lunes, 10 de noviembre de 2008

"No quiero ser mayor"

Es difícil hacerse mayor, no pensé que fuera algo tan complicado. Recuerdo cuando era pequeña y mi mayor preocupación era no olvidarme de colocar el diente debajo de la almohada porque esa noche venía el ratoncito Pérez o dejarle leche con galletas a los Reyes Magos para que repostasen algo de energía en mi casa. Cómo pasa el tiempo y cómo se va haciendo todo más complejo. Recuerdo cuando me preocupaba por hacer los deberes para que el profe no me mandara copiar cincuenta veces y cuando me emocionaba enormemente ver una película de Superman. A veces pienso que no me gusta hacerme mayor y me pregunto por qué tiene que ser todo tan difícil cuando vas madurando.
Esta mañana me levanté extrañamente emocionada, una mezcla de nostalgia y alegría recorría mi cuerpo. Me alegró enormemente ver a mi madre en pijama y ver a mi perro pasear por casa sin sentido alguno. Paladeé el par de sobaos mientras los untaba en el café y hasta tenía ganas de estudiar. Pero a la hora de ponerme, me puse a dibujar como una niña, como cuando era más pequeña; y saqué mis rotuladores de colores y mis pinturas de palo y me puse a dibujar. Una frase en medio folio, llena de colorines, dibujada con todo mi cariño para la persona con quien comparto mi corazón. Le hice una foto y se la mandé a su teléfono, muy emocionada. Nada más hacerlo, me dio un poco de vergüenza: tal vez ya no tenga edad para hacer esas cosas, pero no pude por menos. Hoy necesitaba demostrarle que le quiero. Y tengo miedo porque es verdad que soy demasiado romántica y me doy demasiado a la persona que amo y luego así me sientan los disgustos y los problemas, que me dejan sin fuerzas y llena de pena. Al momento, cuando aún no había terminado mi "obra", sonó el teléfono. Era una de las personas que más quiero en el mundo, mi tía B. Me dio cosa cogerle el teléfono, porque un par de días atrás sufrió un duro palo: su pequeña mascota la dejaba para siempre. Me he pasado el fin de semana pensando en si llamarla, o mandarle un sms o quizás acercame a su casa a verla, pero sabía que, llegado el momento,no sabría qué decirle por miedo a no acertar y decir alguna estupidez...Tal vez debí ir a su casa y darle un simple abrazo y con ello transmitirle lo mucho que siento la pérdida de su perrita...No lo sé. Por eso digo que es difícil ser mayor. Sé que debería haber hecho algo, pero no quería quedarme paralizada al verla o ponerme a llorar si veía que ella estaba chunga y al final así quedó la cosa. Descubrí esta mañana que, curioseando en internet, encontró mi pequeña buhardilla y que le ha gustado bastante. [Por eso, tía, sabiendo que de vez en cuando me visitas, quiero decirte desde aquí que siento mucho lo de Mizar y que ánimo, mucho ánimo. Piensa siempre en los buenos momentos que te regaló mientras estaba contigo y quédate con eso. Y por supuesto, siento no haberte dicho nada hasta este momento porque me cuesta muchísimo saber estar con la gente cuando pasan cosas así, pero no quiere decir que no lo sienta y que no me afecte...]
Por todas estas cosas no quiero ser mayor, quiero ser la niña que una vez fui, que dibujaba con sus pinturas de palo y se iba de paseo con sus padres los fines de semana. Que estudiaba un rato el día antes del examen y sacaba buena nota y dormía plácidamente sin preocupaciones de ningún tipo.
Estoy emocionada hoy, mucho, se me hace un nudo en la garganta al pensar todas estas cosas y recordar los momentos de mi infancia. No, no quiero seguir creciendo, o al menos, como sé que es algo inevitable, no quiero perder la inocencia de cuando somos pequeños... Aunque eso sí, quiero aprender a ser mayor cuando me toque serlo... ¿Lo véis? Todo es demasiado complejo cuando nos hacemos viejos...

No quiero ser mayor, me digo en cada momento con nostalgia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo sé.Gracias.