jueves, 26 de marzo de 2009

Echando a volar...

¿Por qué contentarnos con vivir a rastras cuando sentimos el anhelo de volar?
[Helen Adams Keller]

lunes, 16 de marzo de 2009

Nuestro ánimo se inclina a confiar en aquellos a quienes no conocemos por esta razón: porque todavía no nos han traicionado.

[Samuel Johnson (1709-1784) Escritor inglés.]

jueves, 12 de marzo de 2009

Una puerta abierta

Y fue entonces cuando, creyéndose perdida, se abrió una puerta en el camino. Cuando estaba aún buscando el norte, mareada porque nada dejaba de girar a su alrededor, buscando el candil que iluminase su sendero, se abrió una puerta sin previo aviso. Pero era una puerta conocida, y mucho, una puerta que creía cerrada para siempre, incluso vetada. Un golpe de aire fresco le hizo girarse en esa dirección y decidió encaminarse hacia esa nueva oportunidad que la vida le brindaba, porque algo tenía que significar que, una puerta cerrada durante tanto tiempo a cal y canto por el daño que había sufrido, volviera a abrirse y le invitase como en susurros a lanzarse hacia allí. De hecho, le ofrecía cumplir su mayor sueño de futuro, le ofrecía convertir su sueño en realidad. No podía resistirlo.
En menos de una semana, su vida empezaba a tomar un nuevo sentido que le hacía irradiar una intensa luz que hasta le producía ser más bella a los ojos del mundo. No es porque ella se sintiera más bella, sino que las personas de su alrededor se lo habían dicho. Nada era seguro, no estaba todavía seguro el que pudiera introducirse por esa puerta, pero las simples ganas y la ilusión le hicieron ver que la vida, a veces, también sonríe. Una de cal y una de arena.
Dicen que cuando una puerta se cierra, se abre otra, pero jamás esperó que se abriera tan pronto. Dejar atrás su pasado, empezar una nueva vida porque ella así lo deseaba, sin ningún otro condicionamiento... Era la hora de dejar de sufrir y quererse a sí misma, porque llevaba muuuucho tiempo descuidándose. Y ese momento había llegado. Decidida a luchar por ello y, por supuesto, con los pies en la tierra, tomó aire, decidió arreglar asuntos del pasado y comenzar a caminar hacia su sueño. Y así es, allá va, con sus cabellos mecidos por ese nuevo viento, con una energía irradiante desde lo más profundo de su ser, feliz (al menos en este momento). Con ganas de decirle al mundo que ella lo vale y que todos merecemos alcanzar nuestras metas y que, tarde o temprano, la vida te da la oportunidad de conseguirlas y, siendo valientes y serenos, nada es imposible de alcanzar. Absolutamente nada.

lunes, 9 de marzo de 2009

De vuelta a la soledad

Vuelvo a estar sola. Y me duele el corazón, porque es difícil hacer desaparecer los sentimientos por alguien que a partir de ahora sólo va a ser tu amigo. Sentí su mano en la mía por última vez ya hace tiempo; entonces, de repente, dejé de sentirla y supe que el final estaba cerca, tal vez demasiado. Se me ha roto el corazón, y llevará tiempo que se cure. Lo di todo hasta el final, eso que nadie lo dude. Le voy a echar de menos, porque nada va a ser como lo fue antes. Y desde aquí, desde mi buhardilla, si él entrase alguna vez a visitarme, quisiera que lo supiese. Ha sido un pequeño tiempo muy intenso y que me ha dejado huella. Es maravilloso haber podido compartir todos esos momentos con él. De lo malo me olvido y me quedo con lo bueno, por eso del buen sabor de boca. No me arrepiento de nada, hice todo lo que me dictaba el corazón, tanto en los buenos como en los malos momentos. Deseo lo mejor para él y lo mejor para mí. Tal vez en un futuro lejano nuestros destinos vuelvan a cruzarse y entonces sea para siempre, ¿quién sabe? De cualquier forma, siempre nos quedará París.
Y de ahora en adelante, me amaré a mí misma y disfrutaré sin él de lo que la vida me ofrezca, lejos o cerca, eso ya no importa. Gracias a todos los que me apoyáis. Gracias a él por haberme amado un poquito, a su manera. Gracias a todos por formar parte de mi vida. Gracias y con un objetivo: para adelante.

martes, 3 de marzo de 2009

Elegí ser yo quien tomase las riendas de mi destino, la brújula que marcaría mi rumbo, pero no sé qué ha pasado, porque las agujas de la brújula se han puesto a girar y desafortunadamente ¡he perdido mi norte! ¿Me ayudas a encontrarlo?