lunes, 19 de mayo de 2008


Hoy desperté y aun sin verte pude sentirte...
Mi alma sigue rodando por las colinas sinuosas de mi vida,
arriba y abajo, en un continuo ir y venir
buscando a ciegas la salida.

La salida al dolor que me tiene presa,
la salida en la que me encontraré de nuevo a mí misma,
la salida en la que sentiré de nuevo que sigo viva
la salida en que tú y yo, felices, intercambiaremos sonrisas.

Apareciste ahí pero no te veía,
y en mi pecho un calor latente
me arrastraba con una fuerza desmedida
¿qué me pasa? ¿alguien lo entiende?
Contigo he vuelto a sentir alegría...

Y aunque aún sigue abierta aquella vieja herida
y aunque aún mi dolor se hace insoportable en ocasiones,
y aunque a veces me hiero conscientemente a mí misma,
quiero vivir, tú me has devuelto a la vida.

Y te lo agradeceré eternamente,
dure lo que dure,
suceda lo que suceda,
ya sea que te vayas y no vuelvas,
ya sea que hayas venido para quedarte y no te vayas jamás de mi vera.

No hay comentarios: