martes, 11 de mayo de 2010

Esa dulce danza...

Te miro, me miras. Te aproximas lentamente a mi boca que, por instinto, se entreabre y nuestras lenguas juguetean. Recorres con tu mano mi espalda, como si contases mis vértebras con una sensualidad infinita, y siento un fuego invisible que se enciende, que me envuelve y que me quema. Tu olor me embriaga como un dulce vino y me siento poseída por esa pasión desenfrenada que me impulsa sin remedio a entregarme a ti, a que me hagas tuya. Es entonces cuando dejo de ser yo, cuando nos fundimos el uno en el otro, y todo lo que nos rodea se desvanece. Es entonces cuando nuestros cuerpos se entregan a la danza del amor con ese ritmo coordinado como los violines de una orquesta. Y juntos llegamos a lo más alto, allá donde las almas se tocan, y yacemos después entrelazados, exhaustos, respirándonos el uno al otro. Contigo me siento completa. Y escuchando cómo late tu corazón duermo ya, duermo.

1 comentario:

Ricardette dijo...

resulta curiosa la forma que tienes de escoger cada una de las palabras,fotos y colores para expresar lo que bulle en tu interior.Me parece sinceramente que tu blog es un pasaje a una tierra de sensaciones.Un besito hermana,y enhorabuena!!