Fertxu, Javi, Niri

La vida da vueltas y más vueltas. Hasta hace poco me he sentido muy mareada y no sabía dónde estaba mi norte. Cada semana que pasa parece que las cosas van tomando un sentido, y que van dirigiéndose a un nuevo rumbo. Traiciones, desengaños, miradas, sueños, sonrisas y abrazos, mentiras, rabia, impotencia, lágrimas, amor... Qué de elementos componen nuestra vida y qué difícil es saber tejer la compleja maraña de hilos que la conforman. Yo creo que no existe ni un tejedor bueno, y si existe, por favor que se ponga en contacto conmigo, jeje. En fin, estoy bastante rallada, pero me encuentro feliz. ¡He de confesarlo! Al fin vuelvo a sonreir cuando estoy sola y hace días que no tengo una crisis. Es genial, me alegro de mí misma y por mí misma.

Quiero dar gracias a mis amigos por estar siempre ahí... Los quiero a todos, pero en este momento me vienen dos nombres a la cabeza y son dos personas a las que quiero con locura y sin las cuales no podría salir (ni hubiera llegado a estar donde ahora mismo me encuentro) de todo esto: Fertxu y Javi (Potter). Desde mi pequeña buhardilla quiero daros las gracias por estar conmigo en cada momento, por servirme de apoyo vital en esta época asquerosa que he estado pasando y por ser dos tíos maravillosos. Os quiero y os doy otra vez las gracias.

Y no puedo pasar por alto no mencionar a mi gran amiga Niri, que ha estado ahí como una campeona apoyándome en cada momento chungo y haciéndome bailar para evitar una buena llantina. Con toda su paciencia soportando mis chaparrones y mis movidas varias... Te quiero, tía. ¡Eres la mejor!

Qué gran tesoro, nuestros amigos. ¡Y que viva el amor!